Diogenes
La búsqueda de la comodidad física y los placeres materiales a menudo conduce a la dependencia y la falta de libertad.
Cuando nos apegamos a las comodidades y deseos externos, buscamos constantemente más y acabamos dependiendo de factores externos para nuestro bienestar. Esta dependencia es, en términos prácticos, una forma de esclavitud, que hace que la felicidad y la satisfación dependan de la disponibilidad de comodidades externas.
Para liberarse de esta dependencia, Diógenes abogó por rechazar las normas sociales impulsadas por la búsqueda de comodidad, riqueza y estatus social. En cambio, enfatizó centrarse en las virtudes internas y la sabiduría para alcanzar la verdadera felicidad.
Diógenes sabía que la paz mental y el bienestar — indicadores de éxito mucho más significativos y fiables que la mera comodidad — provienen de desapegarse de los deseos y encontrar satisfacción en la simplicidad y la autosuficiencia. Es por eso que Diógenes creía que medir el éxito en función de la comodidad adquirida es un error.
Al liberarnos del anhelo constante por más comodiades y posesiones materiales, podemos encontrar satisfacción en la sencillez y la autosuficiencia.
Desapegarnos de lo externo, al dejar de buscar comodidades, es lo que nos permite desarrollar fuerza interior, resiliencia y un sentido de autosuficiencia, al no depender nuestro bienestar de esas comodidades.
Si bien es preferible no vivir en la pobreza, Diógenes el Cínico demostró que es posible prosperar, no angüstiarse y ser feliz, incluso casi sin nada. Diógenes nos enseña que la autosuficiencia es la capacidad de depender únicamente de la riqueza interna para el bienestar.
Para los que tenemos más que suficientes posesiones materiales, las historias y enseñanzas de Diógenes pueden servir como un recordatorio de que la verdadera felicidad y satisfaccion no dependen de la riqueza externa, lo cual ayuda a priorizar lo que verdaderamente importa en la vida: caminar a traves del fuego de la mejor manera posible, cultivando nuestra fuerza interior, viviendo auténticamente y abrazando la sencillez.
Su filosofía alivia el miedo a la pobreza y la indigencia al cambiar nuestra perspectiva sobre lo que realmente significa una buena vida.
Por supuesto, soy completamente consciente de que las enseñanzas de Diógenes pueden no ser viables para todos en la sociedad moderna. Las realidades económicas y las estructuras sociales pueden afectar significativamente nuestras experiencias de pobreza y bienestar.
Diógenes sirve como un recordatorio para ser humildes y agradecidos por la abundancia que tenemos, y para cuestionar el topico que dice que se necesita riqueza material para ser feliz y estar satisfecho.
Más bien, como decía Epicteto, “lo que molesta no es lo que sucede, sino cómo reaccionamos ante ello”. No es lo que sucede fuera nuestra piel, sino lo que sucede dentro, lo que determina nuestro bienestar. Replantea la situación y la sentirás de otra manera.