Fugas de cerebros y corazones en familias disfuncionales (la relación entre la ética y la vida familiar)

Sergio Montes Navarro
30 min readDec 21, 2023

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— Por qué decidí dejar a mi familia —

Familias disfuncionales

En psicología moderna, el termino “familia disfuncional” se refiere a una familia en la que los patrones de comportamiento, interacciones y relaciones entre sus miembros están significativamente deteriorados. El modo poco saludable en que se comportan entre ellos al relacionarse — sus dinámicas familiares suelen causar a los miembros de este tipo de familia problemas emocionales, psicológicos e incluso físicos.

En este tipo de familia, el rechazo de los valores éticos y la falta de empatía son características comunes que impactan negativamente en el bienestar de sus miembros y tienen una variedad de resultados adversos, incluida la fuga de cerebros y corazones cuando los chivos expiatorios abandonan la familia disfuncional, prefiriendo relacionarse con familias fieles a los principios eticos que valoran su mérito e integridad y no necesitan maltratar o devaluar para gestionar su autoestima y evitar sentimientos de culpa.

Por el contrario, las familias que prosperan y florecen, poseen una sólida base ética, lo cual fomenta un entorno enriquecedor que promueve el bienestar y facilita la retención e incluso la atracción de aquellos que poseen talento y sentido ético.

En familias disfuncionales, el comportamiento poco ético se normaliza, e incluso acaba siendo fomentado por sus miembros, los cuales llegan a competir entre ellos acerca de a cuantos han conseguido engañar, timar o despreciar a lo largo del dia. Los miembros de este tipo de familias pueden llegar a ver el engaño, la manipulación y el desprecio a los demás como formas aceptables de lograr metas personales, controlar su autoestima o simplemente entretenerse.

Los valores éticos como la empatía y la compasión a menudo se ignoran o incluso se consideran debilidades, lo cual lleva a una falta de comprensión y apoyo emocional. Las familias disfuncionales priorizan el interés propio individual sobre el bienestar de los demás, eclipsando la cooperación y el respeto mutuo en la búsqueda del beneficio personal, lo cual genera conflictos y luchas de poder. Al carecer de verdadera bondad, preocupacion y consideración por el bienestar de los demás miembros, la hostilidad, la crítica y la indiferencia marcan sus interacciones. Asi, el amor y la aceptación dentro de la familia están condicionados al cumplimiento de expectativas o comportamientos específicos, lo que hace que los miembros se sientan presionados para ajustarse a ciertos roles o comportamientos, soterrando su auténtico ser.

Utilizan la manipulación y la culpa como herramientas para controlar las acciones o emociones de los demás, pasando por alto las consideraciones éticas para servir sus propios intereses. No respetan límites personales y creen tener el derecho a robar propiedad privada y entrometerse en el espacio personal, emociones, decisiones y vida privada de los demás sin tener en cuenta la autonomía o la privacidad individuales.

La ausencia de valores éticos e integridad hace que sea extremadamente difícil generar confianza entre los miembros. Las promesas incumplidas, las mentiras, los robos y las traiciones erosionan los cimientos de la confianza y debilitan los lazos familiares. Conflictos no resueltos, distancia emocional y falta de comunicación se arraigan y persisten, perpetuando patrones negativos dentro de la familia.

Crecer en un entorno que devalúa el comportamiento ético deteriora la salud mental de los miembros de la familia, causándoles sentimientos de vergüenza, ansiedad, depresión e insomnio y aumentando considerablemente el riesgo de desarrollar trastornos de personalidad, trastornos alimenticios, u otro tipo de problemas graves de salud mental o fisica.

Falta de comunicación

La falta de comunicación es algo común en las familias disfuncionales. Debido a conflictos no resueltos, traumas pasados y patrones negativos arraigados, las familias disfuncionales sufren de graves problemas de comunicación para expresar y comprender de manera efectiva los sentimientos, las necesidades y las preocupaciones de los demás, lo que hace que sea casi imposible tener conversaciones abiertas y honestas entre los miembros de la familia.

Por eso las familias disfuncionales casi siempre tratan de evitar conflictos o conversaciones difíciles. En lugar de abordar los problemas directamente y participar en una comunicación abierta, los miembros recurren al silencio, la negación u otras tácticas de evasión, que exacerban los problemas subyacentes y evitan la resolución.

Los conflictos no resueltos hacen que la tensión hierva a fuego lento bajo la superficie, pero los miembros de la familia temen la confrontación y las posibles consecuencias negativas que pueden surgir al involucrarse en un conflicto. Este miedo proviene de experiencias pasadas de conflicto que llegaron a ser violentas e hirientes. Evitar el conflicto permite a los miembros de la familia escapar temporalmente de la incomodidad de enfrentar estos problemas directamente. Puede que prefieran la armonía en sus relaciones, pero al carecer de herramientas de comunicación sanas para resolver conflictos de manera constructiva (simplemente no saben cómo llevar a cabo conversaciones difíciles), se conforman con una apariencia de falsa armonía y paz, lo cual implica ignorar o minimizar sus problemas, dificultando su verdadera resolución. Al priorizar el proteger la reputación de la familia y mantener una buena imagen de cara al público, las familias disfuncionales ocultan conflictos y dificultades a los extraños, lo cual impide su resolución.

El no asumir la responsabilidad por sus acciones o su papel en la contribución a esos conflictos familiares les proporciona un alivio temporal, al eludir discusiones incómodas, pero conduce a la acumulación de problemas no resueltos, haciendo que el impacto a largo plazo sea aún más dañino (pan para hoy, hambre para mañana).

En estas familias se desalienta o incluso se prohíbe expresar los sentimientos abiertamente, lo cual lleva a la supresión emocional, donde los miembros de la familia reprimen sus verdaderos sentimientos para evitar la confrontación o el disgustar a los demás. Como resultado, necesidades emocionales importantes quedan incumplidas, creando una sensación de distancia y desconexión emocional. Los miembros de la familia se estorban al hablar, interrumpiendose, descartando o minimizando las preocupaciones de los demás y utilizando la culpa, la vergüenza u otras técnicas de manipulación, lo que dificulta la comunicación, el entendimiento y que los miembros se expresen auténticamente sin temor a las consecuencias negativas.

En lugar de comunicarse de manera efectiva, confían en la comunicación implícita o no verbal, dando por sentado que los demás pueden intuir sus necesidades o sentimientos, lo cual genera malentendidos y confusión, pues diferentes personas interpretan las señales no verbales de manera diferente. También se basan en la triangulación, cuando un miembro de la familia involucra a una tercera persona, generalmente un niño o un adulto infantil, en conflictos o problemas entre otros dos miembros de la familia. Esta tercera persona se convierte en el punto “triángulo”, atrapado en medio del conflicto sin tener ningún control o voz en el asunto. La triangulación crea estrés, confusión y dolor emocional a la persona que está siendo triangulada, y en lugar de resolver los conflictos, los empeora. La triangulación es común en familias disfuncionales, lo que hace que la comunicación directa entre las partes relevantes sea casi imposible.

Debido a los desequilibrios de poder dentro de las familias disfuncionales, algunos miembros, especialmente los chivos expiatorios, tienen temores bien fundados de expresar sus preocupaciones o quejas debido a un historial de represalias o rechazo por parte de otros miembros de la familia. Los chivos expiatorios no reciben validación por sus pensamientos y emociones, y cuando comparten sus sentimientos, son descartados o invalidados, sintiéndose ignorados y sin importancia.

Las facilitadoras juegan un papel clave en la perpetuación de este papel de chivo expiatorio, ya que, aunque parecen mediar entre las partes para tratar de mantener la paz, lo hacen acosando al chivo expiatorio para que se calle, impidiendo un diálogo abierto y honesto que pueda conducir a una resolución. El papel de la facilitadora es la antítesis del chivo expiatorio: mantener una fachada de normalidad en la familia disfuncional; minimizando, negando o excusando el comportamiento dañino de un padre o hermano narcisista o maltratador, para evitar la vergüenza y el estigma social que podría surgir si la disfunción de la familia se hiciera pública. De este modo, la facilitadora ayuda a perpetuar comportamientos inadaptados negando la existencia de disfuncion alguna, lo cual exacerba el deseo del chivo expiatorio de descubrir la verdad.

La falta de comunicación y la evitación de conflictos en familias disfuncionales a menudo requieren intervención profesional, como terapia familiar o asesoramiento. La terapia familiar en un ambiente seguro y de apoyo, donde los miembros de la familia puedan expresar abiertamente sus pensamientos, sentimientos, preocupaciones y necesidades, es una forma de aprender habilidades de comunicación saludables y trabajar para resolver conflictos de manera constructiva, pero requiere voluntad de cambio y compromiso a una comunicación abierta y honesta de los miembros de la familia, lo cual es fundamental para que comience la curación de la familia y para crear una dinámica familiar basada en el entendimiento y la compasion.

El chivo expiatorio

Nadie es más odiado que alguien que dice la verdad”. (Sócrates)

El papel de chivo expiatorio es asignado por el líder de la familia disfuncional, generalmente un narcisista patologico, para cargar con la culpa de los problemas y deficiencias de todos los miembros. Es elegido para ser el chivo expiatorio debido a su mayor nivel de independencia, pensamiento crítico y principios eticos, distinguiendose de otros miembros de la familia que estan mas dispuestos a obedecer ordenes inmorales o están mas inmersos en la disfunción familiar.

Debido a que es condenado al ostracismo y culpado por problemas que escapan a su control, el chivo expiatorio se siente alienado, y es esta sensación de desapego emocional o distanciamiento del resto de la familia lo que le permite ver a través de la niebla manipuladora, cuestionar la dinámica tóxica de la familia y buscar alternativas.

El chivo expiatorio suele poseer una gran resiliencia y empatia, y un fuerte sentido de la justicia e integridad personal, lo cual hace que prefiera ser fiel a sus principios eticos en vez de comprometerlos para apaciguar al líder de la familia o mantener una falsa apariencia de armonía dentro de la familia disfuncional. Al contrario, el chivo expiatorio es dolorosamente consciente de la dinámica disfuncional y abusiva de su familia, siendo capaz de penetrar con su entendimiento la niebla de la manipulacion para claramente ver la injusticia perpetrada contra el y otros, sintiendo un ardiente deseo de cambio hacia una dinámica familiar más saludable y basada en la justicia, la compasión y el coraje de resolver conflictos. El negarse a seguir ciegamente al líder maltratador, y comprometerse con sus principios éticos, va unido a un fuerte deseo de liberarse del entorno tóxico.

El ser fieles a nuestros principios éticos, negarnos a aceptar culpas inmerecidas y mantener nuestro sentido de identidad son mecanismos de supervivencia para los chivos expiatorios. Al no sucumbir a las tácticas manipuladoras de la familia, preservamos nuestro sentido de autoestima y protegemos nuestra salud mental y nuestro bienestar en medio de la dinámica destructiva de la familia. Este rechazo a participar en las dinámicas disfuncionales es interpretado como una amenaza por los otros miembros de la familia. Nuestra resistencia a aceptar la culpa inmerecida y participar en los comportamientos inmorales de la familia desafía el control y el dominio de la familia disfuncional. Es por eso que los chivos expiatorios somos vistos como “la oveja negra” y falsamente acusados de ser los responsables de perturbar la vida familiar y su falsa armonía.

Con esa excusa, los miembros disfuncionales de la familia se sienten con derecho a proyectar sus propias faltas, inseguridades y rasgos negativos sobre nosotros para tratar de evitar asumir la responsabilidad y desviar la atención de sus comportamientos poco éticos.
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Para mas informacion sobre como los miembros de una familia disfuncional culpabilizan a su chivo expiatorio, lea este otro articulo: “Culpabilizacion del chivo expiatorio en familias disfuncionales https://medium.com/@sergio-montes-navarro/culpabilizacion-del-chivo-expiatorio-en-familias-disfuncionales-102287d310e0).

El comprender la dinámica del chivo expiatorio en familias disfuncionales y su impacto en la salud mental de sus miembros es un buen punto de partida para liberarse del ciclo de abuso y buscar sanación y apoyo externo. El asesoramiento profesional, la terapia y el estudio de psicología moderna y filosofía de la ética son fundamentales para ayudar a los familiares disfuncionales a recuperarse de sus heridas emocionales y construir relaciones más sanas basadas en el respeto mutuo y principios éticos sólidos.

Tipos de maltrato

Los tipos de maltrato emocional y psicológico que la familia inflige a su chivo expiatorio se conocen como tratamiento silencioso, proyección, retención emocional, luz de gas, invalidación de sentimientos, culpabilización y chantaje emocional. Explicaré cada uno de esos tipos de maltrato en términos simples.

El tratamiento silencioso

El tratamiento silencioso es un tipo de maltrato emocional pasivo-agresivo infligido por familias disfuncionales para expresar disgusto, desprecio y castigo manteniendo el silencio. El término se originó con las reformas penitenciarias de 1835 en los EEUU. Inicialmente concebido como una alternativa al castigo físico, se convirtió en “un arma de tortura psicológica”, negando a los presos el habla, la identidad y la conexión.

En una familia disfuncional, los maltratadores emplean el tratamiento silencioso para controlar y manipular a su chivo expiatorio induciendole sentimientos de la culpa y forzando una dependencia a su aprobación. Mientras que las relaciones saludables se basan en la comunicación, el tratamiento silencioso interrumpe la comunicación, lo cual impide la resolución de problemas y aumenta los conflictos. Esta incertidumbre provoca estrés y ansiedad, erosiona la confianza, daña las conexiones emocionales y deteriora la autoestima, haciendo que el chivo expiatorio se sienta impotente y excesivamente preocupado por complacer al maltratador.

Infligir dolor emocional mediante la manipulación y el menosprecio para sentirse en control es un rasgo común en los maltratadores. El tratamiento silencioso es combinado con otros tipos de maltratos, contribuyendo a un ciclo de tensión, maltrato y, solo cuando el abusador necesita al chivo expiatorio para algo — normalmente por dinero, un lugar donde quedarse o para ayudarle a maltratar a otra persona — la reconciliación momentanea y condicionada en obedecer.

Según Harriet B. Braiker (2004), existen tres tipos de tratamiento silencioso:

“1. “Presencial”; consiste en mantener una expresion que es como una mascara fría e inexpresiva en presencia del chivo expiatorio.
2. “En ausencia”; consiste en marcharse de repente sin dar aviso ni explicaciones al chivo expiatorio para mostrarle indiferencia y desprecio.
3. “Selectivo”; consiste en limitar la comunicación a asuntos triviales y respuestas de sí o no, erosionando la confianza y haciendo que el chivo expiatorio se sienta aislado.”

El tratamiento silencioso expresa desprecio y ansias de control, y es un intento deliberado por parte del maltratador para que el chivo expiatorio se sienta inútil, sumiso y temeroso; y logra hacerle sentir confundido, frustrado, ansioso, deprimido o, en una palabra: traumatizado. Es especialmente dañino en familias disfuncionales, donde los abusadores lo usan para torturar a su chivo expiatorio. Es una forma de manipulación particularmente cruel y una clara indicacion de poseer una personalidad maltratadora. Mientras que pasar un tiempo en silencio para reflexiónar o relajarse es normal, usar deliberadamente el tratamiento silencioso para lastimar, controlar o manipular es maltrato.

Proyección

Es un mecanismo defensivo que a menudo se observa en familias disfuncionales cuando miembros de la familia atribuyen sus propios sentimientos, rasgos o comportamientos no deseados o inaceptables al chivo expiatorio.

Los miembros disfuncionales de la familia proyectan sus propias inseguridades, fracasos, miedos o cualquier rasgo negativo sobre el chivo expiatorio, y luego usan esa proyección para justificar su abuso y convertir al chivo expiatorio en blanco de críticas y culpas. A menudo proyectan inconscientemente, sin ni siquiera darse cuenta de que lo estan haciendo. Esto conduce a malentendidos y conflictos y perpetúa dinámicas familiares poco saludables.

El proyectar daña más a la familia disfuncional que al chivo expiatorio porque cronifica comportamientos y actitudes toxicas o dañinas; en lugar de abordar y resolver sus propios problemas, continúan proyectándolos en el chivo expiatorio, lo cual impidide su aprendizaje, crecimiento personal y maduracion. (Para mas informacion sobre como las familias disfuncionales usan la proyección para justificar el maltrato, lea este otro articulo: Culpabilizacion del chivo expiatorio en familias disfuncionales https://medium.com/@sergio-montes-navarro/culpabilizacion-del-chivo-expiatorio-en-familias-disfuncionales-102287d310e0).

Retención emocional

Ocurre cuando uno o más miembros de la familia retienen intencionalmente el apoyo emocional, la conexión o la validación del chivo expiatorio, lo que genera sentimientos de abandono, aislamiento y angustia.

Una familia que retiene emocionalmente evita mostrar afecto, calidez o cuidado hacia el chivo expiatorio. Esto incluye no dar abrazos ni otro tipo de contacto físico o expresiones verbales de amor, e ignorar intencionalmente los intentos del chivo expiatorio de comunicarse o conectarse emocionalmente, a menudo evitando conversaciones o interacciones por completo; tambien incluye el minimizar los logros del chivo expiatorio y desestimar sus emociones, usando el silencio como una forma de controlar o manipular al chivo expiatorio, dándole el tratamiento silencioso o negándose a participar en la comunicación a menos que se cumplan ciertas condiciones, como comportarse de una manera específica o cumpliendo sus expectativas.

En lugar de brindar consuelo o comprensión, la familia disfuncional culpa al chivo expiatorio, haciéndolo sentir responsable por la falta de conexión emocional. El chivo expiatorio puede llegar a internalizar el mensaje de que sus emociones y necesidades no son importantes, erosionando su autoestima y autoconfianza, haciéndolo cuestionar su valor y significado dentro de la familia, y aumentando las barreras para la expresión honesta y abierta de las emociones.

Manipulación psicológica ó “hacer luz de gas.”

Esta es una táctica de manipulación en la que un miembro de la familia distorsiona o niega la realidad, intentando convencer al chivo expiatorio de que algo que ha ocurrido no ha ocurrido, o viceversa. Asi se consigue que el chivo expiatorio dude de sus propias percepciones, recuerdos y cordura. “Luz de gas” se utiliza como un medio para ejercer control y poder sobre el chivo expiatorio, causandole un daño emocional y psicológico al hacer que se sienta confundido, impotente e inseguro acerca de sus propias experiencias.

Invalidación de sentimientos

Un patrón dañino de comportamiento en ambientes familiares poco éticos en el que se desestiman y menosprecian los sentimientos y puntos de vista del chivo expiatorio. Consiste en burlarse o socavar constantemente los sentimientos, opiniones, gustos y aficiones del chivo expiatorio. Las opiniones del chivo expiatorio son continuamente descartadas, ignoradas o ridiculizadas, dañando la comunicación dentro de la familia e impidiendo que los miembros se expresen honesta y abiertamente. Indica una falta de empatía y comprensión de las emociones por parte del maltratador, intensifica los conflictos y tiene efectos negativos significativos en el bienestar de la persona y la dinámica familiar en general, generando angustia emocional, ansiedad y depresión.

Culpabilización

Otra táctica manipulativa comúnmente practicada en familias disfuncionales implica inducir sentimientos de culpa para controlar o influir en el comportamiento, las decisiones o las emociones de otra persona. Un miembro de la familia intenta provocar sentimientos de culpa en otro miembro de la familia para manipularle a hacer algo, provocandole sentimientos de ansiedad, resentimiento y baja autoestima, y difícultadole el aprender a establecer límites saludables, tomar decisiones basadas en sus propias necesidades y hacerse valer.

Chantaje emocional

Otra táctica manipuladora común en familias disfuncionales implica usar el miedo, la culpa, la obligación u otras emociones negativas para controlar o manipular el comportamiento de otra persona. El chantaje emocional a menudo crea una sensación de presión y coerción, haciendo que el chivo expiatorio se sienta atrapado y obligado a cumplir con las demandas del chantajista. El chantaje emocional afecta el bienestar emocional y la autoestima del chivo expiatorio de una manera que puede conducir a un ciclo de dependencia y miedo, lo cual dificulta que luego el chivo expiatorio haga valer sus propias necesidades y tome decisiones basadas en sus mejores intereses.

Dejando a la familia: el chivo fugitivo.

Los chivos expiatorios se enfrentan a expectativas poco realistas dentro de una familia disfuncional. Se espera que asuman responsabilidades más allá de la capacidad de cualquier miembro de la familia sin recibir reconocimiento ni apoyo, sino solo críticas y sabotaje. El maltrato emocional y psicológico de la familia se vuelve insoportable para los chivos expiatorios por lo cual, como medio de autopreservación, elegimos distanciarnos de la familia para proteger nuestro bienestar.

Dejar una familia disfuncional es una decisión difícil y valiente para los chivos expiatorios, un paso adelante para librarse del ciclo de abuso y encontrar otra familia que valore el comportamiento ético y ayude a sanar las heridas emocionales causadas por dinámicas familiares poco éticas y llevar una vida más plena fuera del ambiente tóxico.

Esto desencadena un aumento del odio por parte de familiares disfuncionales, incluyendo una campaña de desprestigio intensificada en la que los miembros de la familia proyectan sus propios rasgos y comportamientos negativos sobre el chivo expiatorio, en un intento de validar su maltrato y confirmar sus creencias negativas. La marcha del chivo expiatorio amenaza la narrativa familiar y plantea la posibilidad de exponer la disfunción de la familia a desconocidos, lo cual incitá a los miembros disfuncionales a exagerar los rasgos o comportamientos negativos falsamente atribuidos al chivo expiatorio, buscando frenéticamente razones para justificar su maltrato al chivo expiatorio en un intento desesperado de convencerse a sí mismos de la necesidad de sus acciones inmorales, desviar su responsabilidad, evitar sentimientos de culpa y vergüenza, y controlar la narrativa.

La motivación principal al llevar a cabo esta campaña de desprestigio por parte de la familia disfuncional, culpando al chivo expiatorio de todos sus problemas, es la necesidad imperiosa de mantener sus roles y dinámicas establecidos, proteger su propia imagen y justificar el maltrato. Al vilipendiar al chivo expiatorio, buscan justificar su maltrato y distraer a otros de sus propios comportamientos y decisiones inmorales, evitando la introspección y la responsabilidad y, por lo tanto, manteniendo la estructura disfuncional en la familia. Esta campaña de difamación intensificada crea un perverso sentido de unidad entre los miembros de la familia y una creencia colectiva de que el maltrato que infligen al chivo expiatorio esta justificado, reforzando su lealtad mutua.

Esta creencia por parte de los miembros de la familia de que maltratar al chivo expiatorio esta justificado implica deshumanización y racionalización. Los miembros de la familia consiguen convencerse a si mismos de que el chivo expiatorio de alguna manera merece el maltrato debido a sus gustos personales, vida privada, comportamiento imaginado y otros defectos supuestos. Esta deshumanización les permite justificar su maltrato como una respuesta necesaria a las supuestas deficiencias del chivo expiatorio.

A medida que los miembros de la familia continúan reforzando las creencias negativas sobre el chivo expiatorio, disminuye su capacidad de empatía y comprensión. Esta erosión de su empatía les ayuda a creer que el maltrato del chivo expiatorio, y a otros, esta justificado, y les hace cada vez más insensibles al maltrato en general para asi poder justificar su propio comportamiento maltratador, lo cual muestra una inquietante disposición a ignorar principios éticos en favor de mantener dinámicas disfuncionales, para asi evitar los sentimientos de culpa y vergüenza que deberian sufrir al maltratar.

El sentido de unidad familiar formado en torno a una creencia perversa que busca justificar el maltrato, refuerza aún más los patrones tóxicos dentro de la familia. Valida la noción de que la manipulación, el maltrato emocional y psicologico, el robo, la violencia, la mentira y cizaña son formas aceptables de lidiar con desafíos, desacuerdos o diferencias de opinion, lo que impide que los miembros de la familia participen en una autorreflexión significativa, asuman la responsabilidad de sus acciones y busquen formas más saludables de interactuar y comunicarse.

Esto crea resistencia a la idea de que la dinámica familiar necesita sanar y que los miembros deben confrontar sus propios roles y comportamientos, impidiendoles aprender que la empatía, la compasión y el respeto son esenciales para que un comportamiento sea justo, incluso a la hora de tratar a los peores criminales. Las familias que se preocupan por los demás y entienden sus sentimientos crean conexiones fuertes y hablan abiertamente. Lo correcto es tratar a todos con compasión y respeto, sin excepciones. Es cuando protegemos nuestras virtudes de bondad y humildad que la empatía nos guía para crecer y aprender unos de otros. La verdadera justicia, cuyas raices se hunden en la empatía, consiste en indagar y examinar que ha sucedido y por qué, para asi encontrar soluciones justas y buenas respuestas. Cuando sentimos empatía y tratamos a todos con respeto y comprensión, nos sentimos mejor con nosotros mismos en lugar de sentirnos mal. Lastimar a otros no solo los afecta a ellos; también nos lastima emocionalmente, afecta nuestras mentes y nos hace menos saludables en general.

Consecuencias para la salud mental de justificar el abuso

Sin principios, tendras malos medios y peor fin.

Creer en la aceptabilidad de la manipulación, el abuso emocional y el maltrato como métodos para enfrentar los desafíos tiene graves consecuencias para la salud mental de los familiares disfuncionales. Comparémoslo con los efectos que tiene en una familia saludable el ser fiel a principios éticos como el respetar a los demas, mostrar empatía y compasión y esforzarse por entender situaciones ajenas.

Respaldar comportamientos crueles reduce nuestra empatia por los demás. Con el tiempo, al respaldar el maltrato a su chivo expiatorio, los miembros de la familia se vuelven insensibles al dolor que infligen a los demás, dificultando su capacidad para mantener una conexion emocional con otros. Creer que la manipulación y el maltrato son formas de resolver conflictos tensa las relaciones. El aislamiento resultante de las conexiones rotas contribuye a sentimientos de soledad, vacío y falta de propósito. Mantener una fachada de manipulación y abuso emocional requiere un esfuerzo y vigilancia constantes, lo cual genera estrés, insomnio y ansiedad al tener que gestionar una red de mentiras y engaños. A pesar de la imagen superficial de fortaleza que quieren dar, los familiares disfuncionales que recurren al maltrato siente culpa y vergüenza por lo que han echo, erosionando su autoestima y bienestar. La normalización de comportamientos crueles, como la manipulación y el maltrato emocional y psicologico, tambien aumenta la posibilidad de sufrir depresión y perpetúa un ciclo continuo de daños y represalias en sus interacciones que es toxico para la salud mental.

Por otro lado, ser fieles a principios como la empatía y la compasión, como hacen las familias saludables, crea conexiones genuinas con los demás. Esta mayor empatía contribuye a relaciones más fuertes y una mayor compresion hacia los otros. Priorizar la empatía y la compasión crea un ambiente de confianza, comunicación abierta y respeto mutuo. Las relaciones positivas protegen nuestra salud mental y contribuyen al bienestar general. Elegir un modo de vida arraigado en la empatía y la comprensión elimina la necesidad de mantener imagenes falsas de uno mismo. Esta reducción del estrés contribuye a un estado más relajado y mentalmente equilibrado. Ser fiel a nuestros principios eticos y tratar a los demás con compasión aumenta nuestra autoestima y bienestar. Adoptar métodos saludables de resolución de conflictos fomenta el desarrollo de mecanismos que nos equipan para enfrentarnos a los desafíos de manera constructiva, reduciendo los impactos negativos en nuestra salud mental. Participar en estos comportamientos positivos contribuye a un sentido de propósito, satisfacción y realización. La práctica de la empatía y la comprensión mejoran nuestra resiliencia emocional y fortaleza mental, creando un ciclo de retroalimentación positiva en las relaciones. Este ciclo refuerza los patrones de comunicación saludables y nutre el bienestar mental, lo cual nos permite ser catalizadores de cambios positivos dentro de nuestras comunidades. Contribuir al bienestar de los demás fomenta un sentido de propósito y satisfacción. Las relaciones positivas, el bienestar emocional y el crecimiento personal son los sellos distintivos de este enfoque.

Las familias que creen que la manipulación, el abuso emocional y el maltrato son formas aceptables de tratar a quien les cae mal sufren consecuencias negativas para su salud mental, incluyendo perdida de empatía, insomnio, sentimientos de culpa, trastornos neurológicos y alimenticios, ansiedad, pesadillas y abandonos.

Por el contrario, aquellos que adoptan los principios eticos de preservar la dignidad y mantener la empatía, la compasión y la comprensión, experimentan una mayor empatía, relaciones positivas, reducción del estrés, mayor autoestima y una mejor salud mental y bienestar. Elegir el camino de la comprensión y la compasión no solo beneficia la salud mental individual, sino que también contribuye a una familia y una sociedad más sanas y prósperas.

el fuego del entendimiento
consume el odio
en cenizas de compasión

Chivos expiatorios famosos

Fueron chivos expiatorios por criticar sistemas eticos disfuncionales y desinformacion de las autoridades de su epoca. Su voluntad de cuestionar y criticar el status quo les convirtio en el blanco de quienes buscaban mantener las estructuras de poder y los sistemas de creencias establecidos.

Sócrates (469–399 a. C.)

Un caso clásico de este fenómeno. Su muerte ejemplifica la dinamica del chivo expiatorio: fue acusado de corromper a la juventud al desafiar y cuestionar los valores morales de su epoca, las creencias tradicionales y la desinformacion de la sociedad ateniense en la que vivia. Sócrates tenía como objetivo revelar las disfunciones sociales mediante el empoderamiento del pensamiento crítico de sus conciudadanos, lo que condujo a su juicio y eventual ejecución. Al intentar exponer la disfunción, se enfrentó a acusaciones de un mono volador y recibio una sentencia de un líder maltratador. Mientras que los facilitadores siguieron trabajando duro para mantener una fachada de normalidad, ignorando la grave injusticia.

Hipatia de Alejandría (c. 360–415 d. C.)

Una destacada filósofa y matemática en la antigua Alejandría. Su apoyo al neoplatonismo y sus enseñanzas que desafían las creencias tradicionales la llevaron a ser blanco de facciones políticas y religiosas, lo que resultó en su muerte violenta.

Giordano Bruno (1548–1600)

Sus teorías cosmológicas, que incluían la teoria de un universo infinito conteniendo un numero infinito de planetas, contradecían el dogma religioso y fueron consideradas heréticas por la Iglesia Católica. Fue arrestado, juzgado por herejía y finalmente quemado en la hoguera.

Galileo Galilei (1564–1642)

El apoyo de Galileo al heliocentrismo y sus observaciones utilizando el telescopio desafiaron el modelo geocéntrico del universo y las opiniones religiosas predominantes en su época. Fue acusado de herejía por la Iglesia Católica y sometido a arresto domiciliario.

Baruch Spinoza (1632–1677)

Los puntos de vista filosóficos radicales de Spinoza, incluido su rechazo de las creencias religiosas tradicionales y su énfasis en el racionalismo, lo llevaron a ser excomulgado de la comunidad judía y condenado por las autoridades religiosas.

María Wollstonecraft (1759–1797)

Su defensa de los derechos de las mujeres y la igualdad de género desafió los valores morales disfuncionales basados en puntos de vista tradicionales sobre los roles de las mujeres. Sus escritos, incluido “Una reivindicación de los derechos de la mujer”, fueron recibidos con críticas y reacciones violentas.

Alfred Wegener (1880–1930)

Wegener propuso la teoría de la deriva continental, sugiriendo que los continentes alguna vez fueron parte de un solo supercontinente y se separaron con el tiempo. Su idea fue recibida con escepticismo y rechazo por parte de la comunidad científica, y enfrentó críticas y burlas. No fue hasta mucho más tarde que la teoría de la tectónica de placas proporcionó una fuerte evidencia para sus ideas.

Rachel Carson (1907–1964)

Carson fue una ecologista y autora que escribió el influyente libro “Primavera Silenciosa”, que destacó los peligros del uso de pesticidas y su impacto en el medio ambiente y la salud humana. Su trabajo generó una mayor conciencia sobre la necesidad de proteger el medio ambiente, pero enfrentó críticas y ataques de la industria química y sus partidarios.

Margarita Sanger (1879–1966)

La defensa de Sanger por el control de la natalidad y los derechos reproductivos de las mujeres desafió las normas sociales y las creencias religiosas. Se enfrentó a una reacción hostil legal y social, incluida la acusación de promover la inmoralidad.

Bárbara McClintock (1902–1992)

McClintock fue una genetista que realizó una investigación pionera sobre la genética del maíz. Descubrió los transposones, o “genes saltadores”, que inicialmente se encontraron con escepticismo e incredulidad. Su trabajo fue ignorado en gran medida durante años y enfrentó la resistencia del establecimiento científico. Sin embargo, sus contribuciones finalmente fueron reconocidas y recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1983.

Rosa Parks (1913–2005)

Conocida como la “Madre del Movimiento por los Derechos Civiles”, Parks se negó a ceder su asiento en un autobús segregado en Montgomery, Alabama. Su acto de desafío provocó el boicot a los autobuses de Montgomery y se convirtió en un símbolo de resistencia contra la segregación racial y la injusticia.

Julián Assange (1971)

El trabajo de Assange, particularmente la publicación de documentos clasificados relacionados con las guerras de Irak y Afganistán, cables diplomáticos y otros materiales delicados, expuso malas conductas, corrupción y abusos de los derechos humanos, lo que llevó a convertirle en un chivo expiatorio político. Assange fue acusado de ayudar a incitar al espionaje. Fue arrestado por las autoridades británicas en 2019.

El trabajo de Julian Assange con WikiLeaks desempeñó un papel importante en la exposición de la complicidad de los medios de comunicación para permitir que estados disfuncionales y sus fuerzas armadas encubrieran información crítica. A través de la publicación de documentos clasificados y otros materiales, Assange y WikiLeaks revelaron casos en los que los principales medios de comunicación no habían investigado ni informado adecuadamente sobre temas importantes debido a presiones políticas e intereses corporativos, revelando cómo las más grandes instituciones informativas influencian la opinión pública a base de proyectar narrativas mediáticas como si fueran armas de manipulación masiva, junto con la falta de transparencia y rendición de cuentas.

Al proporcionar acceso directo a los documentos publicados, WikiLeaks esquivó a los guardianes de los medios de comunicacion tradicionales y permitió que el público formara sus propios juicios basados en información no filtrada.

¿Cómo espero que mi familia reaccione a este artículo?

1. ¿Cómo suele reaccionar una familia sana ante las acusaciones de disfunción y los intentos de ser educados por uno de sus miembros?

En una familia sana, si un miembro expresa preocupaciones o críticas sobre la dinámica o el comportamiento familiar, la reacción normalmente se caracteriza por una comunicación abierta, empatía y voluntad de escuchar y reflexionar. En lugar de descartar o ignorar inmediatamente las criticas y preocupaciones, los miembros de la familia estaran dispuestos a discutir las cuestiones que se han planteado y entablar una conversación constructiva para comprender mejor las perspectivas de los demás, abordando la conversación con empatía y respeto por la persona que expresa sus preocupaciones o criticas. Reconoceran que los sentimientos y puntos de vista de todos son válidos y vale la pena considerarlos. En lugar de ponerse a la defensiva o agresivos, prestaran atencion al punto de vista critico y haran preguntas para obtener una comprensión más profunda, aclarar las intenciones y evitar malentendidos.

Una familia sana estara dispuesta a reflexionar sobre su propio comportamiento y dinámica para ver si hay áreas que puedan mejorarse. Consideraran si alguna de las preocupaciones o criticas planteadas tiene mérito y si hay cambios que podrían realizarse para mejorar la unidad familiar y, en lugar de enfadarse, abordaran la situación con un esfuerzo colectivo para crear un cambio positivo, trabajando juntos para abordar cualquier problema y realizar mejoras. Si las preocupaciones planteadas son complejas o profundamente arraigadas, consideraran buscar la orientación de un terapeuta o psicologo de familias. Este paso demostraria un compromiso con el crecimiento, la curación y la mejora de las relaciones.

Una familia sana siempre continuara apoyándose y validándose mutuamente, incluso cuando se discutan temas difíciles. Reconoceran que abordar disfunciones o desafíos es un proceso continuo y que los esfuerzos de todos son importantes. Nunca recurriran a tratamientos silenciosos, ni a campañas de difamación (meter cizaña) u otros maltratos.

Las familias sanas no son inmunes a los desafíos o desacuerdos, pero su enfoque para resolver conflictos se caracteriza por la comprensión, la comunicación y un deseo genuino de fortalecer sus vínculos.

2. ¿Cómo suelen reaccionar los miembros de una familia disfuncional ante los intentos de ser educados por su chivo expiatorio?

Cuando el chivo expiatorio en una familia disfuncional intenta educar a otros miembros sobre sus roles y dinámicas en la familia, sus reacciones suelen ser negación, actitud defensiva, ira, minimización, culpabilizacion del que expresa la critica, malinterpretaciones intencionadas, cierre de filas y, en resumen, una fuerte reticencia al cambio. Se niegan a reconocer la existencia de la disfunción o minimizan su importancia como mecanismo de protección para evitar confrontar verdades incómodas. Sintiéndose amenazados por el intento del chivo expiatorio de arrojar luz sobre la disfunción, embisten en respuesta, reaccionando con ira y hostilidad.

Algunos miembros de la familia minimizaran las preocupaciones del chivo expiatorio y las descartaran como exageraciones o meros malentendidos, intentando trivializar las criticas planteadas en un intento de mantener el status quo. En lugar de reconocer su propio papel en la disfunción, los miembros de la familia echaran la culpa al chivo expiatorio, acusándolo de ser demasiado sensible, causar problemas, avergonzar o tratar de crear división en la familia.

Tambien pueden tratar de engañar al chivo expiatorio distorsionando los hechos, negando eventos pasados, retratando al chivo expiatorio como irracional o descartando por completo los intentos del chivo expiatorio de educarlos, diciendo cosas como “está reaccionando de forma exagerada” o “no tiene derecho a decir eso”, o “esta tergiversando retorcidamente”, etc. Los miembros de la familia disfuncional evitaran por completo participar en discusiones sobre la disfunción cambiando de tema, alejandose o negandose a participar en conversaciones sobre la dinámica familiar, priorizando la lealtad al sistema familiar disfuncional sobre el reconocimiento de los problemas, debido a la presión de ajustarse a la narrativa de la familia y rechazar cualquier intento de cambio. En algunos casos, la familia ignorará, evitará y marginará al chivo expiatorio por desafiar el status quo. Este aislamiento tiene la intención de presionar al chivo expiatorio para que guarde silencio y cumpla las ordenes implicitas.

Intentar educar a los miembros de una familia disfuncional sobre sus dinámicas toxicas generalmente encuentra resistencia, no solo por el miedo a lo desconocido o la incomodidad de romper con los patrones establecidos, ya que el cambio requiere confrontar verdades dolorosas y reestructurar las relaciones, lo que puede ser desalentador, sino principalmente porque estas dinámicas toxicas y sus roles disfuncionales sirven como mecanismos de defensa para evitar abordar problemas y traumas más profundos.

Para el chivo expiatorio, tratar de educar a su familia y recibir ira y negación a cambio puede ser increíblemente frustrante y desalentador. Esta reacción subraya la naturaleza compleja y arraigada de la dinámica familiar disfuncional y los desafíos de lograr el cambio. A menudo, se necesita la voluntad de varios miembros de la familia para reconocer la disfunción y trabajar colectivamente hacia una dinámica más saludable, lo cual no es fácil de lograr.

3. ¿Cómo me gustaría que reaccionaran?

Al intentar educar a los miembros de mi familia sobre sus dinámicas y roles disfuncionales, idealmente espero una reacción constructiva y de apoyo. Apreciaría que los miembros de mi familia estuvieran dispuestos a escuchar con una mente abierta, sin una actitud defensiva inmediata, y que estuvieran genuinamente interesados en comprender esta perspectiva. Una reacción de apoyo involucraría a los miembros de la familia reconociendo estas preocupaciones y validando mis sentimientos, incluyendo el reconocimiento del dolor y las luchas que he experimentado dentro de la familia, entablando un diálogo respetuoso y productivo sobre la dinámica disfuncional. Sería genial si estuvieran dispuestos a participar en conversaciones sin recurrir a reacciones furiosas, culpabilizaciones o desden.

Idealmente, los miembros de mi familia estarán abiertos a la autorreflexión y la introspección, considerando sus propios roles en la disfunción y estando dispuestos a reconocer cualquier comportamiento dañino que puedan haber exhibido. Ojala respondan con empatía y compasión, comprendiendo el costo emocional que puede tener la dinámica familiar disfuncional. Las respuestas compasivas mostrarían la voluntad de apoyar y validar mi experiencia como chivo expiatorio, ayudándome a sentirme visto y escuchado. Una reacción positiva implicaría que los miembros de la familia expresaran su compromiso de cambiar los patrones disfuncionales, estando dispuestos a trabajar juntos para crear una dinámica familiar más saludable y abordar los problemas subyacentes. De aquellos miembros de mi familia que hayan contribuido al maltrato, una disculpa sincera y la rendición de cuentas por sus acciones serían significativas, ya que demostrarían la voluntad de asumir la responsabilidad por comportamientos pasados, brindandome apoyo, dispuestos a buscar ayuda profesional, como terapia familiar, para abordar y resolver las dinámicas disfuncionales, mostrando un compromiso para encontrar soluciones y sanar. Mi unico deseo es que mi familia trabaje por la unidad y la reconciliación. Esto implicaria un esfuerzo colectivo para reparar las relaciones, reconstruir la confianza y crear un entorno familiar saludable.

Mi deseo más profundo es que mi familia responda con comprensión, empatía y un deseo genuino de sanar y mejorar, mostrando su disposición para reconocer la disfunción, asumir la responsabilidad de sus acciones y trabajar juntos hacia una vida familiar más compasiva y solidaria.

una suerte increíble

debo ser el hombre mas
afortunado de este planeta

una y otra vez
encontrándome en situaciones
que han arruinado tantas
tantas otras vidas
y sin embargo logré
salir de ellas
indemne

por supuesto tuve que lidiar con
la ansiedad, depresión y
lo peor de todo: el insomnio
resultado del TEPT
que vivir esas
situaciones trae

pero me ayudó
me ayudó tanto
pues me empujó
me empujó a aprender
psicología, filosofía
neurología y teorías de la
mente y sus emociones

me ayudó a crecer

me trajo hasta aquí
me trajo a salvo por ahora
una suerte increíble

me hizo más fuerte

ahora escucho los cantos de los pájaros
el susurro de las hojas
más claramente que nunca

el sol no es suficiente
también necesitamos algo de lluvia
para sentir este arcoíris por dentro

Dejar una familia disfuncional suele ser una decisión difícil y valiente para los chivos expiatorios, pero es un paso necesario para liberarse del ciclo de abuso y encontrar entornos que valoren y fomenten sus cualidades positivas. Si un chivo expiatorio no solo deja una familia disfuncional, sino que también se educa en campos como la filosofía, la psicología, las terapias y la dinámica familiar, refleja un compromiso notable con el crecimiento personal, la curación y la comprensión. Este enfoque proactivo lo empodera para liberarse del abuso y convertirse en un catalizador para un cambio positivo en su propia vida y en la de los demás. Se convierte en un individuo resistente, empoderado y bien informado.

El acto de escribir este artículo requiere introspección, investigación y pensamiento crítico, que contribuyen al crecimiento y desarrollo personal continuo. Al compartir experiencias personales y puntos de vista que crean conciencia sobre la dinámica familiar disfuncional y los trastornos de personalidad, este artículo tiene el potencial de impactar positivamente en la vida de los lectores, especialmente en aquellos que enfrentan desafíos similares, llevándolos a una dinámica familiar más saludable, una mejor salud mental y relaciones más fuertes. Al discutir estos temas abiertamente, este chivo expiatorio contribuye a romper el estigma, fomentar el diálogo y reducir la vergüenza y el aislamiento. También me permite recuperar la narrativa y tener agencia sobre la historia, lo que me da poder incluso después de años de ser malinterpretado e incomprendido por mi familia disfuncional.

La incorporación de la escritura en mi viaje de sanación demuestra mi compromiso no solo con mi propio crecimiento y bienestar, sino también con el crecimiento y el bienestar de mis familiares, incluidos aquellos que participaron en el abuso, al tratar de conectar con ellos con compasión, comprensión y la intención de ayudarlos a sanar a través de mis artículos y la sabiduría obtenida de años de sufrimiento y estudio. Estos articulos contienen el potencial de sanar y transformar a mi familia, rompiendo el ciclo de disfunción al ofrecer un enfoque alternativo que promueve la posibilidad de romper los patrones generacionales de maltrato, y fomentando un cambio hacia una dinámica y sanación familiar más racional, que incluye asumir la responsabilidad de sus acciones y su papel en la dinámica familiar, ya que la rendición de cuentas es un paso crucial hacia la curación y la reconciliación.

Al compartir el conocimiento que he adquirido a través de años de estudio, les brindo recursos para explorar y comprender la dinámica que contribuyó a la disfunción, para que puedan buscar sus propios caminos hacia la curación e iniciar un proceso de curación interior.

Si bien reconozco mi propio crecimiento y logros, mi enfoque permanece en el bienestar de aquellos que me importan, incluso si alguna vez fueron una fuente de dolor y abuso. Con mi ejemplo, quiero demostrar que la transformación es posible y podemos tomar el control de nuestro propio proceso de sanación.

Seguire comprometido con el bienestar de mi familia al completo, independientemente de los conflictos pasados.

Referencias y lecturas adicionales

“Culpabilizacion del chivo expiatorio en familias disfuncionales” https://medium.com/@sergio-montes-navarro/culpabilizacion-del-chivo-expiatorio-en-familias-disfuncionales-102287d310e0

“The Hidden Power of Being the Scapegoat in Dysfunctional Families” https://www.elephantjournal.com/2020/11/to-the-outsiders-scapegoats-emotionally-abused-your-power-is-being-different-claire-boyce/

“Scapegoating in families: An investigation” https://www.proquest.com/openview/211a6a2ad8ab31d9725ae7c5dd1d1dd2/1?pq-origsite=gscholar&cbl=18750&diss=y

“Scapegoating: A Dysfunctional Family System” https://www.innerbonding.com/show-article/4595/scapegoating-a-dysfunctional-family-system.html

“How the Scapegoat is Gang Bullied by their Family” https://www.marytoolan.com/blog/how-the-scapegoat-is-gang-bullied-by-their-family

“The Plight of the Scapegoat in a Dysfunctional Family” https://medium.com/invisible-illness/the-plight-of-the-scapegoat-in-a-dysfunctional-family-3c2195123d58

“Dynamics of Scapegoating in Family Systems” http://sillimanjournal.su.edu.ph/index.php/sj/article/view/72

“Family Roles, Family Dysfunction, and Depressive Symptoms” https://journals.sagepub.com/doi/full/10.1177/1066480720973418

“Combating the scapegoat in family therapy: Selected strategies” https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/15426432.1981.10383383?journalCode=wzst20

“What Happens When a Scapegoat Leaves a Family?” https://unfilteredd.net/what-happens-when-a-scapegoat-leaves-a-family/

“The Blameless Burden: Scapegoating in Dysfunctional Families” https://www.goodtherapy.org/blog/blameless-burden-scapegoating-in-dysfunctional-families-0130174

“The Scapegoat Child: Effects and Lasting Pains” https://psychcentral.com/health/scapegoat-child

“How Toxic Families Choose a Child to Scapegoat” https://www.psychologytoday.com/us/blog/tech-support/202104/how-toxic-families-choose-child-scapegoat

“10 Rules of Families that Scapegoat” https://www.scapegoatrecovery.com/2022/08/05/10-rules-of-families-that-scapegoat/

“Family Scapegoat: Signs, Effects, & How to Cope” https://www.choosingtherapy.com/family-scapegoat/

“What Does It Mean to Be the Family Scapegoat?” https://www.verywellmind.com/what-does-it-mean-to-be-the-family-scapegoat-5187038

“Dysfunctional Family Characteristics” https://link.springer.com/chapter/10.1007/978-1-4899-5970-6_3

“Dysfunctional Family Systems” https://link.springer.com/chapter/10.1007/978-3-030-61416-4_4

Scapegoating https://mds.marshall.edu/co_faculty/14/

“Of scapegoats, strawmen, and scarecrows” https://link.springer.com/article/10.1007/BF00926792

“The Operative Mechanism in Family Scapegoating” https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1300/j062v03n02_04

“Rejected, Shamed, Blamed. Help and Hope for Adults in the Family Scapegoat Role” https://books.google.es/books?hl=en&lr=&id=yk9FEAAAQBAJ&oi=fnd&pg=PT3&dq=scapegoating+in+dysfunctional+families&ots=lW1yvecHIL&sig=NP9LwS3geYq30Lcn1xdMfPx02Vw#v=onepage&q=scapegoating%20in%20dysfunctional%20families&f=false

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